El Dios que me ve
Con ojos espirituales: El Ministerio Silencioso y la Fidelidad que Dios No Olvida Hay una clase de servicio en el Reino de Dios que no brilla desde un púlpito ni se escucha en los micrófonos. Es el servicio silencioso, constante, comprometido. El que se vive en la cocina, en los baños, detrás de los cortinados, en los abrazos dados en secreto, en los regalos entregados en amor, en los detalles que muchos no ven. Y, sin embargo, es allí donde Dios mira con mayor atención. Mi historia comenzó a los 40 años, cuando me uní a los caminos del Señor y luego al casarme con un siervo de Dios, me enfrenté a un liderazgo. -¿Estaba preparada para algo así? - Seguramente, no Pero Dios capacita los llamados. Desde ese momento, y sin haberme formado toda la vida dentro de una iglesia, abracé la Palabra con devoción. Comencé a enseñarla, a compartirla con pasión. Fue el fuego interno que el Espíritu encendió en mí, el que me enamoró de las Santas Escrituras Como José de Arimatea: Servir en ...